Pan blanco vs. pan integral: ¿cuál es la mejor opción para tu salud?

El pan ha sido un alimento básico en muchas culturas desde hace siglos, pero ¿qué impacto ha tenido en la salud de las personas? ¿Sabes qué hay en tu pan? Si quieres descubrir cómo y por qué este alimento tan común puede ser perjudicial para tu salud, sigue leyendo.

Los carbohidratos son el componente principal de nuestra alimentación y puedes clasificarse en:

  • Simples: son aquellos que pueden pasar a través de la pared del tracto alimentario sin ser modificados por las enzimas digestivas y darnos energía inmediata.
  • Complejos: necesitan que el cuerpo los descomponga antes para que se puedan absorber en el tracto alimentario y poder ser utilizados.

Los cereales integrales incluyen en la composición del grano el endospermo, el germen y el salvado que son muy ricos en fibra dietética, almidón resistente, antioxidantes, vitaminas y minerales (por ejemplo: ácido fólico, magnesio y selenio). Al someter a un refinamiento a estos cereales para obtener pan blanco, eliminamos el salvado y parte del germen, lo que se traduce en una pérdida de micronutrientes y fibra dietética dejándonos con harinas blancas refinadas ricas en almidón, proteínas y pequeñas cantidades de vitaminas y minerales que nos producirán un rápido aumento de la glucosa en sangre con el consiguiente aumento de la demanda de insulina. Al consumir en nuestra alimentación habitual pan blancocorremos el peligro (si la glucosa en sangre si mantiene alta lo largo del tiempo) de sufrir resistencia a la insulina, diabetes tipo II, estrés metabólico, sobrepeso/obesidad y otras muchas enfermedades asociadas al consumo de azucares simples.

Si sustituimos el pan blanco por pan integralobtendremos los beneficios que nos darían los nutrientes proporcionados por los cereales de grano entero como, por ejemplo: una lenta digestión y la fermentación de fibra y almidón resistente por la microbiota en el intestino grueso con la consiguiente producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), mejora la sensibilidad a la insulina, protege del daño oxidativo, mejora el control de la glucemia en sangre, etc.

Sin embargo, debemos leer bien el etiquetado, ya que no todos los panes integrales son iguales y pueden contener mezclas con harinas refinadas, azucares simples añadidos o grasas saturadas. Por lo tanto, es importante elegir bien los panes integrales que sean realmente saludables y estén hechos con ingredientes de calidad.

En resumen, la opción saludable es elegir el pan integral, pero debes tener en cuenta que la calidad y la composición de los ingredientes también son importantes.

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